Este tipo de prótesis es la que fabricamos habitualmente, en las cuales se busca reproducir las dimensiones de la órbita, imitar el color y el tramado del iris del ojo sano, el tono de la conjuntiva y la disposición de las venas, intentando darle la mayor similitud posible con el ojo.
Éstas, son prótesis pre armadas, cuyo color y forma no van a ser perfectas para el paciente, pero se pueden utilizar ocasionalmente para: disminuir costos, para tener una prótesis de repuesto ante un percance con la original, o también suelen ser solicitadas por centros de atención (como la penitenciaría) para aquellos pacientes que no puedan acercarse a nuestros gabinetes.
Las cascarillas tienen todas las características de una prótesis a medida; en cuanto a su búsqueda de reproducir lo mejor posible las características del ojo sano, pero son mucho más delgadas. Se utilizan en aquellos casos donde aún queda globo ocular en la cavidad, ya sin función visual y disminuido en tamaño.
La principal función de este llamado lente (por ser rígido, en realidad, es una cascarilla perforada) es evitar en contacto de la cornea con los párpados del paciente, se emplea ocasionalmente en casos de accidentes con ácidos o quemaduras.
En caso de una cirugía en la cual deba extraerse completamente el globo ocular, suele colocarse una bolilla de estas características para impedir un colapso de la cavidad orbital, facilitando la posibilidad de una futura prótesis ocular.
Cuando se inicia la adaptación de una prótesis, si el paciente ha perdido de manera parcial el volumen de su cavidad ocular, pueden adaptarse sucesivamente conformadores cada vez un poco mayores, a fin de recomponer el espacio adecuado y lograr la adaptación definitiva.